lunes, 22 de noviembre de 2010

Frío

Una mañana extraña, con frío ambiental y frío en el alma.

Intento calentarme las manos para sentir palpitar mi corazón y saber que sigo viva un día más para poder seguir escribiendo en mis múltiples blogs... de prueba o serios... de modo que sigo dándole vueltas  a qué decir y cómo decirlo de manera que rellene un hueco abierto ante mí sin parecer tétrica, triste, melancólica, pedante, desdeñosa... aunque no sé muy bien si lo estoy consiguiendo.

Me detengo un momento a pensar en lo ocurrido este fin de semana, al margen de trabajo e historias que no vienen al caso contar aquí... y me da la impresión de que las cosas torcidas pueden enderezarse... sea el campo que sea. Una situación comprometida ocurrida en un momento inesperado se solucionó con una broma divertida y la página se pasó sin más para comenzar a escribir una nueva. El capítulo del día ha comenzado como un suspiro de alivio... para seguir relatando unos hechos cotidianos, anodinos a veces, que se repiten periódicamente sin remisión. Pesados, monótonos, mecánicos casi... pero gracias a ellos recibes un dinero a final de mes que te permite vivir... Mejor o peor, pero un sueldo que te ayuda a subsistir un tiempo...

Me desvío del tema.

Como quizá se aprecie, la preocupación sigue latente.

No es plato de gusto no poder trabajar cuando se supone que deberías poder hacerlo y ser útil mientras ves a esos pobres niños ricos despilfarrando el dinero de sus padres viviendo la sopa boba y quejándose luego de no poder soportar la presión mediática. ¡Me gustaría poder verles sobreviviendo mes a mes con una paga de apenas 500€... abonando gastos de la casa, colegios, ropa, comida, etc! Mejor miente, roba, asesina o haz lo que creas para seguir en la cresta de la ola y no pertenecer a la "clase obrera"... ¡Qué pena de país!

Vuelvo a desviarme del tema.

A lo tonto, se me ha pasado la nube negra que amenazaba con descargar rayos y truenos sobre mi ya de por sí dolorida cabeza.

Ahora lo veo todo con mayor optimismo que hace un momento.

¿Influirá el tiempo? ¿O será que el hecho de darle mil vueltas a las cosas a veces te juega unas pasadas tacticamente malas, estratégicamente inviables y practicamente indecentes?

No lo sé muy bien... pero seguiré investigando el tema... cueste lo que cueste.

Un saludo.

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