martes, 24 de agosto de 2010

¡Ya me vale!

Buenas.

¡Ya me vale!

Hoy es uno de esos días en los que las contraseñas se me resisten.

¿Será el día?
Día de lluvia, sí
Probablemente sea el día, sí.

Hay que seguir.

Sigo en mi lucha por encontrar el mejor modo de llevar esta idea del blog y, así, pasar a formar parte de aquellos que tienen un momento de lucidez y escriben cosas ingeniosas.
A mano o a máquima, ¡qué más da!
¡Me río yo de los plazos para los escritores!

No es nada fácil.

Te enfrentas a una hoja en blanco y tienes que ir llenándola poco a poco con ideas que tengan sentido, que sean curiosas y que expliquen qué haces tú a estas horas contando batallitas.
Un comienzo...
Despacito y buena letra, que no es cuestión de arrancar páginas y volver a empezar... ¡Y es una pena estropear un cuaderno tan bonito!

No es que piense que puedo siquiera compararme a Shakespeare (¡Más quisiera yo!), pero debo reconocer que, poco a poco, las letras van ocupando el espacio en blanco.

Hace un alto en el camino antes de proseguir la andadura por las sendas de la complicada Web.

Besines.

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